Archivos diarios: 22/10/15

OXIMETRIA DEL PULSO


OXIMETRIA DEL PULSO

La oximetría de pulso (pulsioxiometría) es un instrumento resiente de valoración, usado para evaluar la eficacia de la oxigenación.  El oxímetro de pulso (pulsioximetro) es un dispositivo fotoeléctrico que mide la saturación del eritrocito por la hemoglobina (la porción que contiene hierro del glóbulo rojo a la cual se fija el oxígeno) en los lechos capilares.  Las partes que constituyen al oxímetro de pulso incluyen un monitor y una sonda sensora.  La sonda sensora se fija a un dedo o  al lóbulo de la oreja.  La fuente de luz debe tener un acceso no obstruido a un lecho capilar, por lo cual se debe quitar el esmalte de las uñas.  Los resultados aparecen como un porcentaje en la pantalla.  Normalmente los valores de la oximetría de pulso en el aire ambiente varían dependiendo de la altitud,  entre 95 y 100%.

El objetivo de la terapia con oxígeno consiste en aumentar la saturación de oxígeno a niveles normales.  Este dispositivo es un instrumento útil, en ciertos trastornos,  de valoración para determinar la eficacia de la oxigenoterapia, terapia broncodilatadora y el uso del dispositivo bolsa-válvula-mascarilla (o BVM).  Sin embargo, la oximetría de pulso no remplaza a las buenas destrezas de evaluación, y no debe indicar ni limitar la administración de oxígeno a cualquier paciente que se queje de dificultad respiratoria independiente del valor de la oximetría de pulso.

Como el dispositivo supone perfusión y un número de glóbulos rojos adecuados, cualquier situación que cause vasoconstricción (estrechamiento de un vaso sanguíneo como en la hipoperfusión o extremidades frías) o perdida de glóbulos rojos (como en hemorragia o anemia), dará por resultado lecturas imprecisas o engañosas.

El oxímetro de pulso es una herramienta útil, siempre que recordemos que el dispositivo es solo un instrumento, no un sustituto de una buena evaluación.

El dispositivo debe ser empleado en presencia de hipoperfusión o anemia conocida, si se ha producido intoxicación por monóxido de carbono o exposición a otros inhalantes tóxicos, o ante bajas temperaturas de las extremidades del paciente.

Es esencial recordar que raramente un signo o síntoma revela el estado del paciente o el problema de fondo.  Más bien es la combinación de muchos signos y síntomas lo que revela el problema o trastorno del paciente.  Por lo tanto, es esencial tener una comprensión básica de la causa y la forma de  presentarse la urgencias médica para saber lo que se debe buscar.

Por ejemplo un paciente con dolor torácico puede estar teniendo un ataque cardiaco.  También puede haber recibido un traumatismo en el tórax,  una infección pulmonar, una embolia pulmonar, o una simple distensión muscular.  Si describe su dolor como aplastante, irradiado hacia el brazo izquierdo y arriba hasta la mandíbula, está pálido y empapado en sudor, y el episodio empezó cuando estaba podando el jardín, tiene antecedentes de operaciones de derivación coronaria y trae nitroglicerina en el bolsillo, su evaluación se inclinara hacia un infarto agudo al miocardio.  Por lo tanto es esencial reunir toda la información necesaria para interpretarla en conjunto.