19.8 EL PACIENTE POTENCIALMENTE VIOLENTO
Los pacientes violentos solo constituyen un pequeño porcentaje de los que sufren crisis de conducta o psiquiátricas. No obstante, el potencial de que este tipo de paciente sea violento, siempre será una consideración importante para el TUM-B
Use la siguiente lista de factores de riesgo para evaluar el nivel de peligro:
- ¿Su paciente ha mostrado antes una conducta hostil, extremadamente agresiva o violenta? Pregunte a las personas en la escena o solicite esta información a la policía o los familiares.
- ¿Su paciente cómo está sentado o parado? ¿Esta tenso, rígido o sentado en el borde de su asiento? Tal posición física es con frecuencia una señal de advertencia de hostilidad inminente.
- La escena. ¿el paciente sostiene o se encuentra cerca de objetos potencialmente letales, como un cuchillo, una pistola, vidrios, un picahielos, un bate o está cerca de una ventana o puerta de vidrio?
- Actividad vocal. ¿Cómo es el lenguaje de este paciente? Los patrones de gritos, obscenidades, palabras erráticas o extrañas, por lo general implican sufrimiento emocional. Alguien que emplea palabras tranquilas y ordenadas no tiene tantas probabilidades de ser agresivo como una persona que grita o chilla.
- Actividad física. La actividad motora de una persona bajo crisis psiquiátrica, puede ser el factor más revelador de todos. Un paciente con músculos tensos, puños apretados o mirada amenazadora, que camina de un lado a otro, que no logró sentarse y quedarse quieto o que protege y defiende con furia su espacio personal, requiere de vigilancia cuidadosa. La agitación puede predecir un aumento rápido de violencia.
Otros factores a considerar en la evaluación un paciente violento incluyen:
- Mal control de impulsos.
- Historial de absentismo, peleas y genio incontrolable.
- Nivel socioeconómico bajo, estructura familiar inestable o incapacidad de mantener un trabajo fijo.
- Tatuajes, en especial los que representan una identificación de pandillas o frases como “nacido para matar” o “nacido para perder”
- Abuso de sustancias.
- Depresión, la cual es responsable del 20% de los ataques violentos.
- Trastorno funcional, cuando el paciente le expresa que “las voces le dicen que mate”, créalo